Eres mi amigo, ser de luz que has elegido mi camino.
De las formas más simples has conformado
un lazo de entendimiento con el cariño.
Tu corazón late con sincero afecto
por confiado en mi actitud.
Sin avergonzarte de mí,
aceptando mis limitaciones.
Los olvidos propios de mi corta sabiduría.
Cuando tus pasos caminan a mi lado,
sin apresuramientos
sin detenerse
atento a mis latidos,
con esa dignidad de los hermanos
respetando la vida.
Por eso
te doy el reconocimiento sin palabras.
Con amor, como un beso
con las violetas que nacen en las aceras,
tan sueltas y humildes
como mis lágrimas.
Te rodeo y te abrazo, mi colega y camarada
con mis manos en tu pecho
en la ofrenda de los hechos cotidianos.
Mi pobreza y mis miserias,
Y siempre tú, sin vanagloriarte de tus logros.
Apoyando mis anhelos.
Porque eres leal, buena persona.
Porque has sacudido mi tristeza
y me has hecho sonreír al recordar
aquellos sueños.
Hemos siempre pensado al mismo tiempo
en simultaneidad con los astros
que nos rigen.
Cómo no recordarte:
Hoy y siempre
si tanto te debo.
Gracias. Sólo en esa palabra se condensa
mi más puro sentimiento.
AMALIA LATEANO
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