SABES
¡He aquí!, aun sin mi presencia.
¡Digo así!, porque no hay ausencia, cuando alguien te piensa.
Y yo te pienso tanto, tanto que hasta he figurado
que ya no estas allá, sino aquí, a mi lado.
Pero ya la realidad se ha cansado
de mis argumentos desconfiados:
para que seguir con comentarios;
si todo lo que sé, ya te lo he dado.
Sabes mis problemas y mi pasado,
sabes lo que digo y lo que callo,
sabes si no pienso, o si he pensado,
hasta sabes por qué he reído, o porqué he llorado;
pero; lo que no sabes, es que de ti: ¡me he enamorado!
Cuando llegue esta carta a tus manos,
para entonces, quizás, ya me haya marchado;
y no me busques, porque si lo haces:
¡Te diré, cuanto te amo!
Ivan