A una viaja máquina de coser, que el tiempo
ha olvidado, cansada en un rincón, suspira
con lo que ha trabajado, cuantos trapos
habrá cosido y pantalones remendado
años de labor, ininterrumpidos, a pedal
la cuesta arriba, y nunca se ha estropeado
de la infancia el camino, has recorrido
en la vejez, cansada, ya has terminado
te guardo y te uso con cariño, lo que aprendí
no lo he olvidado, aun coses como cualquiera
aunque las buenas costumbres han terminado
aún conoces la carretera, cuando te pones
coses como la primera, no te quedas atrás
y eso que eres de segunda mano, pero es igual
recuerdo que estabas en una trastera, y mi padre
te víó, y te compró por mil pesetas, que era dinero
pero bien lo valías, ojalá, vivas mucho, y cosas
toda la vida, cuando te mueves, tienes
un corazón que canta, eres alegre, tu ruido
me recuerda, tiérmpos que se han ido...
Y una infancia, con carretes de hilo,
llena de fragancia, de la tela nueva o vieja
galopa tu aguja por el sendero, hilvanado
la falda de la niña o el sayo del abuelo
remendando recuerdos vamos por la vida
echando puntadas largas o finas, en silencio
el alma cansada se reclina, en un beso...
De despedida...