“Un travieso ángel de nombre cunnilingus”
Un cuerpo completamente desnudo y sin sobresaltos
me abre las puertas de la gloria como invitando
a saborear sus mieles, y el olor a mujer ha inundado
mis sentidos ahora se encuentran obnubilados
de pequeños ángeles celestiales que les ha liberado
de un hermosa prisión llena de sublime encanto
que admiro con delicada excitación y sin embargo
en la muerte de la bondad no puede faltar el diablo
entre ellos uno travieso y demasiado porfiado
me incita a tomar sus piernas como si fuesen sus brazos
a colocarlos en mis hombros sin pudor ni recato
y a besar el portal como si fuese su boca y sus labios.
Por Hermes Varillas Labrador
1600 30/06/2017