Margarita García Alonso

Barcos que pasan

 

Vagan por la ciudad

los barcos de la niebla 

ululan entre la lluvia de septiembre

y el escalofrío de los amantes.

 

Viajan con la sorpresa de ser vistos.

 

En la ciudad amaran navíos 

de todos los puertos

y las muchachas se marchitan

esperando a marineros espectrales. 

 

Mujeres de la tierra esperanzadas

en el genovés que navega

en la caravana de galeones

musitan antiquísimas plegarias.

 

Pobre la que no ve los barcos

avecita rara que fecunda ovejas

y recibe las tardes con benevolencia.

 

Las poetisas asombran

con la costumbre del acecho.

Salvajes las poetisas

distribuyen volantes de zozobras

son ángeles trágicos del pueblo.

 

Ellas tripularán los barcos que pasan

hasta el dique de la memoria.

 

del cuaderno Sustos de Muchacha, Ediciones Matanzas, Cuba, 1988.

Con ese algo trágico e inmaterial que hemos perdido en las ofensas del siglo”,

con una respiración muy propia, este cuaderno, testigo de su tiempo, centelleante

de nostalgia y coraje, irrumpe en la poesía cubana. Su discurso, a veces sobresaltado,

siempre lúcido, nos agarra y conmueve como lo que aspira al infinito

pero sin desasirse de la tierra. Carilda Oliver Labra.