Hoy después de tomar una buena y sabrosa comida, decidimos dar un paseo cerca de la playa bajo las sombras de las palmeras que adornaban la avenida, bajamos hacia la playa, nos descálzamos y los dos juntos unidos por nuestras manos íbamos dejando nuestras huellas en la arena mientras las pequeñas olas del mas refrescaban nuestros pies, era el último paseo entre tú y yo aprovechando las horas que nos quedaban.
Después de caminar nos marchamos a casa pues ya hacía calor, una vez dentro y con nuestros cuerpos sudados nos dimos un buen baño para refrescarnos, al salir nos sentamos en el salón, tu cabeza reposaba en mi hombro y mientras hablábamos te iba acariciando tus cabellos aun húmedos por el agua.
Nos miramos los dos y nuestros ojos fue cómplice, nos abrazamos y besamos hasta llegar al dormitorio, estaba oscuro y fresco, nos tumbámos en la cama desnudos y empezamos con nuestro juego de caricias amorosas, nos acariciamos mutuamente con nuestras manos por nuestros cuerpos, bese tus mejillas, tu boca y mis manos acaricio tus hombros, contemple como relumbraba en la oscuridad tus blancos senos donde mi cabeza descanso por unos momentos, mientras con tus suaves manos be acariciaba mi espalda con tus manos .
Seguí acariciando tus cabellos rubios que aún estaban húmedos, mis labios pasaban por tu frente para besarte y notaba la humedad de tus ojos y unas lágrimas que te adornaban la cara dándole brillo a tu cutir, dimos vueltas y más vueltas con nuestros abrazos y besos, el amor y nuestra pasión hizo el resto, fundiéndonos los dos en un solo cuerpo, mientras nuestros latidos y gemidos cada vez eran más intenso hasta consumar la cúspide de nuestro amor, fueron horas inolvidables y eternas para nuestro amor, juntos quedamos dormidos, juntos con nuestra pasión.
© José Cascales Muñoz
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20 de Julio 2017