Emilia estaba sola
en esa pieza
antigua, enorme
de infinito piso de maderas finas.
Había perdido todo
su amante
se fue por la puerta
prometiendo no volver.
Tanta pena
dolor y fracaso
lo quiso borrar
de mil maneras
hasta que decidió
pintar
esa puerta maldita
por donde nunca regresaría.
Pinto el mar
un horizonte
y gaviotas regresando
sin necesidad de amar
...………..
el mar
de a poco
iba cubriendo
las finas maderas del piso.
Dicen los vecinos
alertados por el agua
que filtraba desde
arriba
que no la encontraron
solo un rastro de pisadas
entre las arenas
pintadas
al borde
de ese mar
por donde había escapado.