Señor deja que mi alma vuele
a donde estés amado mío,
déjame reposar en tu regazo
donde pueda sentir tu abrazo.
Ayúdame a encontrarme
con mi verdadera realidad,
ser tu sierva, digna de buscarte
convertir mis sueños en verdad.
Toca mi rostro cuando me tengas
alúmbrame con tu espíritu y bondad,
así podré siempre estar contigo
en espíritu y verdad.
Betty Coronado