Crecer en ausencia
A oscura estoy en tinieblas vacilante
Caminando en la soledad de mil alma
Seguramente es el infinito.
Aquí dentro, convulso
Desbordando estierco por mis ojos abiertos,
Levantando olas de maldad
Revoloteando aves de polvo y ceniza;
Fríos arrumacos estrellando mi cuerpo.
¿Será el grito anudado al origen?
O el niño crecido en asombro
que llevo dentro
O en una imagen que nunca he sido
Crecer en ausencia preside la agonía.
Tal vez sea un bosque que vive dentro de mí
O los colores inéditos, de las hojas
De otoño...
Que a veces no quieren retirarse sin mí.
Mano oscura bailan por mi cuerpo
Más allá de la ansiedad y del sueño.
Me cubre un paisaje de aves inmóviles
Si supiera tu nombre... ¡te llamaría voz en silencio!
Creo que esto puede ser un desconocido
Infinito:
En silenciosa dimensión desconocida
Cayendo al grate de un volcán muerto
Si pudiese definir una palabra
De riqueza o pobreza o del bien o el mal
Si pudiera sentir sobre mis ojos
Miradas pura de noble transparencia,
sobre mi conciencia quieta.
¡Que voz tendería!
“A definir una palabra impronunciable,
Si sólo soy una imagen
De mi propio reflejo”.
Autor: Hernán R. Cornejo Véliz