Me duele el corazón, lleno de ésta arritmia de los días, los pequeños soplos entre horas, el insomnio típico de mis males, la presión que ejerce una vida sin opciones.
Me duele el corazón, no físicamente, no es posible, pero duele, ondamente del lado izquierdo de mi frente, cuando respiro toscamente y al ver como te alejas lentamente.
Me duele y me pregunto ¿Será cierto que en el mañana está la cura de mis males? Será cierto que entre rosas y jazmines he de hallarles? ¿Será que al termino de tus elavorados delirios encontraré ideales? ¿Será la muerte quien me libere de éstos problemas terrenales?
Y todo resulta
Incierto, todo es… incierto.