PODÉIS RESPIRAR TRANQUILOS
Ausente estás querida musa mía,
¿me tienes sin saber por qué olvidado?
espero llegues pronto aquí a mi lado:
¡sin letras este mundo nos hastía!
Me asiste en estas lídes gran porfía,
contigo el propio numen se ha casado;
por eso todo el tiempo estoy confiado:
¡que fue el Olimpo quien me dio a Talía!
Poemas quiero al mundo ya entregarle,
que sean siempre alegres muy bucólicos:
¡de alguna forma el bardo habrá de amarle!
Perfectos han de ser, por eso fólicos,
a fin que al dar a luz poder sumarle:
¡al aire versos puros, bien eólicos!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino.