Ayer recibí tu carta de despedida,
y estallaron mis ansias, en vidrios de nostalgia,
¿Por qué amado, dejaste mis pieles en orfandad?
Tu carta aciaga,
lacera mis mejillas en huesos de dolor,
clava sus espinas en todo mi cuerpo,
y me deja lánguida sin voz.
Amado,
sin el amor de tus vientos
sola, me has dejado,
¿Dónde está tu risa, dónde tu sal?
¡Dónde,
las promesas
cuervos sin alma,
que craquelaste sin piedad!
¿Y dónde quedaron
las hojas del amor inmenso,
que se desbordaba frondoso,
en nuestros cántaros del ayer?
¿Olvidaste acaso,
esas palabras
hiedras trepadoras,
con las que me enmoraste?
No amado,
así no se no se puede jugar,
así no se trata
a las margaritas,
que solo amor,
te supieron brindar.
¡No!,
no puedes dejar tus espinas atravesando
mi ser...
Tú no puedes acabar,
el globo del amor en un papel.
Esta carta,
será el escenario final,
de una historia de amor,
que liquidaste
con crueldad.
Me voy,
rompo esta carta.
Tus papeles,
no me enredarán más...
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas - Perú - D.R.A.