Siempre quise vivir
otra realidad contigo,
que nuestro amor prohibido
fuera siempre una historia sin fin
que aquel amor que conociste y conocí
viviera siempre calladamente en una melodía,
y que, siendo tarde, noche o medio día
amarnos siempre fuera un loco frenesí
Te tuve tan mía... pero te perdí,
como se pierde un perfume entre los átomos en el viento,
por no mantener bajo las sombras y en silencio
todo el amor que me dabas y que yo te di
Y hoy es triste imaginar el dolor del alma
de una mujer que sintió tanto
y que, después de tan amargo llanto,
decidió un día no sentir ya nada
sin importar que me extrañara a ratos...
sin importarle acaso que yo la amara...