Esteban Mario Couceyro

Romance de una muerte

Desperté

y estabas ahí

frente a mi soledad

.......

apareciste tu

desnuda

solo cubrías la cabeza

con una tela azul

quizá un trozo del cielo

y ese par de alas

que te hacían ángel.

 

Será por mi locura

o la ausencia

quizá el destino

la suerte

o la lógica

de esta oscura vida

ahora tu estas

allí sentada

mirándome serena

esperando

seguramente

que me levante

del sillón.

 

Apareces, como ese primer día

apenas una niña

solo que entonces

las alas eran los ojos

asombrados

de amor.

 

¡Hay!, mi querida niña

qué jóvenes eramos entonces

lloraba esa ausencia

y apareces

ahora

en alas y un pedazo de cielo.

 

 

 

Desde anoche

estoy sentado

quedé mirando las estrellas

por el ventanal

el cielo

tapizado de miles

……….

nunca supe cuantas

pero desde niño

quise

ser entre ellas

quién las cuide

sabiendo

que señalan el camino

que lleva más allá

tras lo oscuro

detrás de todo

donde me esperarías

sabiéndote

enamorada de un hombre

que no logró nada

viviendo

desde niño

buscando entre esas estrellas

los ojos que amaba

……..

poder verlos

sabiéndote hermosa

acercarme a tus brazos

tomando el cuerpo

y ser parte de el

confundirme

en tu boca

en una exhalación

final

de

extrema unión

de dos seres enamorados.

 

Querida y angelical

criatura

no puedo levantarme

ven a buscarme

quiero

ir contigo

a ese cielo

de infinitas estrellas

en este último beso enamorado.