Ella sonrió y de inmediato,
allí me encontré yo,
al alcance de sus engaños
y atrapado en sus manos
sucumbí entre sus labios...
la historia se reinició
musa y escritor;
pero la musa es perdición
es un engaño, es dolor…
Es ella una tetra
dada por la inspiración,
un ser que, terminó
vagando contra su querer
Y entre letras se perdió...
Es ella de nuevo una silueta.
Una sombra esquiva,
Que huye de mi
Y se desvanece
Al despertar,
una perfecta ilusión
que se va y deja un sin sabor;
misteriosa mujer
que se lleva mi corazón…