Que pena me embarga de esa hembra no se porque,
tengo eso si solo fueron unos besos bien apasionados,
allá en el campo que extraño tanto ese riachuelo con olor a Montaña,
y frutas frescas y sus labios con sabor a mango que aun lo llevo pegado en mi alma
si pudiera encontrarla mi corazón sintiera esa pasión de amor
y mi seguro mi pena se acabara y volviera la alegría en mi alma.