Señor ¿Por qué te llevas al cielo
Los árboles grandes, hermosos, floridos,
Que son esas almas tan dulces, alegres,
Que llenan el aire de paz, regocijo?
Nos privas su aroma, sus frutos, sus flores,
Su savia, su sombra tan fresca !Dios mío!
¿Dónde reposará mi alma triste?
¿Dónde encontrará consuelo y paz
mi corazón herido?