aloapoem

Si, no, quizás.

Yo te soñé ayer
al atardecer.

Eras, cuerpo y alma,
lo que yo esperaba
desde mis albores
en que imaginaba
mi futura dama.

Y hoy aparecías
en mi mediodía
pero muy lejana.
y además corrías.
¿Dirección? ¡Contraria!

Espero a mañana.

Compraré una flor
y te encontraré.
Te hablaré de amor
te enamoraré
y en el viejo estilo
yo te rondaré
frente a tu ventana
soportando el frío
de la madrugada.