En la densa oscuridad del abandono
se evapora el amor
y el manantial que nutría la relación
se ha secado.
El corazón sediento se abandona;
su sed lo ahoga en el recuerdo
que se aleja inundado de tristeza.
¡Se tira al olvido!
Desalentado, muere de pena
y en soledad el alma sangra.
¡Todo está perdido!
Tan sólo queda un beso mortal,
una herida profunda anclada en la carne
que arrebata lamentos
en la consumación de la dolencia infernal.
Desahuciadas ilusiones
de este vínculo perdido,
¡avanzan!,
ante esta terminal decisión
que lagrimea emociones
en el silencio descarnado,
y al expirar se concluye la historia
de este trágico destino,
testimonio de nuestra separación.
Magali Aguilar Solorza
(Quiet Night)
Jueves, octubre 20, 2016 11:02:03 a.m.
Autora mexicana