Silbávan y corrían, por su carretera de hierro
los trenes de carbón, mientras el fogonero
echaba palas de carbón en la caldera, lamía
el fuego, con la puerta abierta, hacia mucho calor
el maquinista atento, a los relojes de la presión
y al freno, y a la carretera, había pasos a nivel
sin barreras, que negra profesión, siempre la cara negra
paraban en todas las estaciones y apeaderos, sin prisa
lo primero erán los viajeros, en las estaciones
había grandes depósitos de agua, para llenar la caldera
y para eso había que hacer maniobras, cambiar las agujas
para entrar en otra vía, las agujas tenían grandes
contrapesos, para compensa el esfuerzo, y una garita
servia para el guardabújas, en invierno y en verano
el tren transportaba mercancías y viajeros, entonces
las gentes viajaban en tren, no había coches
era sano el humo y limpio el cielo, tiempos mejores
hoy descansan en vía muerta, o en algún rincón
como monumentos, los mas afortunados en una
exposición...