El humo veló su sueño
y se quebró la esperanza,
los disfraces por el suelo,
sin caretas ni alabanzas.
Y desnuda ante el camino,
bajo un árbol de estrellas,
de sus ojos los cristales,
rodaban hasta las piedras.
Se alimentó de la ira,
del rugir de la montaña.
de aullidos en la noche,
bebía hasta que saciaban.
En la sombra el refugio
y calor para su cuerpo,
abrigaba soledad,
sumida en su desconcierto.
Dió pasos de agua y nubes,
Hasta quebrarse los piés,
Dos ángeles la encontraron,
nadie mas, la volvió a ver.
Azura Luna( Lolaila)