No supe hasta tarde lo que era amar
En aquel inmenso cuartel y convento
Ocultábamos el ardiente sentimiento
Del que espera con pasión un azar.
Leía para escapar de un negro presente
Que era un sinvivír duro
Sin ilusión y sin futuro
El alma joven en su tierra ausente.
!Cuantas tardes de paseo junto al río!
Solo con mis pensamientos
Dejándolos llevar por la lenta corriente.
Hasta el mar ya cansado y sin poderío
He dado de pasos cientos
Preguntándome lo que tras un beso se siente.