Yacía en una esfera de cristal, cubierta de metal
Lo sensible; mis emociones, sueños, secretos, alma
Lo fuerte; mi físico, piel, fácil de ver, fácil de juzgar.
«No dejas a nadie nunca entrar »
Era inocente,
al principio de mis tiempos.
Permitía a cualquier mariposa conmigo jugar
Le contaba mis cuentos,
Mis pesadillas que me hacían lágrimas sudar
Los mayores temores que me atormentaban a plena luz del día
Y las aberturas de mi débil cristal, esas, que recorrían todo el lugar.
Y que jamás podía evitar.
Le enseñe los colores que podía provocar
Cuando la luz en mi alma se proyectaba
Superando el metal,
(Las aberturas tan fuertes, de mi interior, hasta lo físico pueden marcar)
Pero a veces
Esas cicatrices
Me permitían sanar.
Así es como el resplandor logra pasar.
Colores dentro de mi danzaban con sus alas fugaces
Le mostraba mi mejor momento.
¡Que buenos los amigos cuando tu estas contento!
Pero cuando era oscuridad que con osadía traspasaba dentro
Llamaba a gritos por su ayuda, gastaba mis intentos.
Sin embargo, como buena mariposa,
Fuiste por el primer nectar
Ayudaste a este cuerpo en pena.
Pero la oscuridad no solo es constante
Es eterna
Siempre conmigo estarán las tinieblas.
Te cansaste, mariposa
El tiempo nublado no dejó la luz volver a proyectarse
Y me diste por vencida,
Ya no había nada con vida.
No volviste por mis cuentos,
Ni a jugar conmigo en mis mejores momentos
Porque ya no creías que los tuviera
Y tampoco ayudarias a que florecieran.
¡Que desleal el amigo cuando en desgracia te encuentras!
Lo deje pasar.
Hay muchas mariposas en el prado
Puedo ser amiga de otros rayos,
Y esconder mejor la oscuridad, que no salgan de mis labios.
Llegó entonces,
La nueva amiga
¡Que colores tan hermosos
Que afortunada soy de tenerte en mi vida!
Con pétalos que recoges de otros cristales
Me limpias las lágrimas, con desgana
Te veo pasear por otros lados
Pero aún me animas susurrando.
Me siento vacía la mayor parte del tiempo
Pareciera que te gusta volar por mis libres espacios
Mariposa tóxica
¡Que será peor, que no entiendo
Tenerte a mi lado con tus espinas olor a flor
O quedarme sola añorando tu amor!
Dime vida,
Que deseosa se ve la agonía
Cuando no hay nadie en que apoyar mi cabeza
Ni hablar sobre lo lindo que se ve la luna y las fugaces estrellas
O sobre Atenea venciendo todos los males
Ni charlar de poemas, de mis constelaciones favoritas
Solo yo, sin ninguna compañía.
¿Estaré tan rota?
¿Tan lúgubre puedo ser
Que a todos alejo a pleno ver?
¿Mis hojas de otoño siempre caerán?
¿Pero esa no es la magia, al final de todo?
Caer
Para luego florecer.
Eso pensé,
al inicio de mis tiempos.
En que confiaba en mariposas
Con alas de infierno que solo te matan más lento.
Juramos
Promesas
Ahora las veo desaparecer en la marea
Como todas las demás amistades que ahogadas quedan,
O en otros casos
Aún peores
Pataleando a la superficie
Siendo ellos el ancla que me oprime.
¿O seré yo que a la profundidad los matengo?
¿Cómo saber quién el de la relación el veneno?
Mejor nos separamos los dos,
allá quien con su futuros lamentos.
(Ojalá nos dijéramos eso
Pero soy cobarde
Y tu malvado
Como siempre, juntos nos quedamos)
Pero para aquel que se fue
Y su cicatriz me dejó marcada en la cien,
Como advertencia para los que me ven
Que en una mariposa jamas vuelvo a confiar
Ni una parte de mi agria realidad.
Seguiré caminando
Me quede sin amigos
No sin piernas ni motivos.
« La vida continua, sin paro
Aunque espinas sientas en cada paso »
Por lo tanto
Mariposa futura que en este ser se interese
No vengas, mantente alejado
Porque sé que me dejaras a un lado.
« Supongo que algunos seres
Nacen para vivir solos sin amistades que lo fortalecen.»
Y para que los que se fueron
Y que tal vez consigo
Llevan mi recuerdo,
No se emocionen
Nos veremos en el infierno.
Ustedes
Por asesinos
Y yo
Por pecador que confió en un amigo.