Aunque el tiempo marchite nuestras manos
Y el sol reseque nuestras mejillas
Y la luna vuelva plateadas nuestras sienes
Siempre en tus abrazos me refugiaré.
Aunque los vientos vuelen nuestras pestañas
Y la lluvia arrugue nuestros dedos de tanto andar debajo de ella
Siempre en tus abrazos me refugiaré.
Aunque la neblina invernal no deje mirarnos
Y la escarcha del invierno apague el fuego De nuestro amor
Siempre en tus brazos me refugiaré.
Porque si aun puedo tenerte mañana a mi lado y me queden fuerzas para gritar mi ultimo deseo te diría
Siempre en tus brazos me refugiaré.