Una tarde inolvidable de violines ,
y de cuerpos entrelazados ,
te dije , viajemos con nuestro idilio ,
a una montaña .
Y tù que te gozas con esa ideas ,
sonriente dijiste , vamos amor ,
que la brisa fresca ,
nos arrulle , y el calor de nuestro amor ,
abra los caminos .
Y al llegar a la sima ,
corramos como niños ,
saludando al sol ,
y a las aves ,
que revolotearàn ,
con nuestra alegrìa .
Y asì hicimos ,
emprendimos el viaje ,
nuestros pies flotaban ,
el encanto de la ilusiòn ,
de gozar una vida en amor .
Nos concedìa lo que se nos antojaba ,
las nubes con su paso delicioso sonreìan ,
y nuestras almas se unìan .