Disparan contra el gallo
para retrasar el amanecer,
decía un periodista valiente
y llevaba razón, quieren
retrasar lo inexorable,
disparando a las sombras
por si son de carne, quieren
que dure la noche que proteja
su ceguera, para que el sol
no ponga a cada uno en su sitio.
Quieren hacer un dique
en la boca del Amazonas pero
al final el río imparáble de la
vida arrollará los templos
construidos sobre los falsos
cimientos de los dógmas y
de las absolutas verdades,
quieren convertir los cuidados
jardínes del amor en estériles
eriales.