No hay boca...
que en mi corazón
no lata,
ni herida...
con su alma
confundida,
de mi labio...
es la estrella
que renace,
desatada...
en el dardo
de su pecho,
por la gloria...
inusitada
de su risa.
P.D.: Te prometí...
no hace mucho
unos versos, he aquí...
mi promesa cumplida.