Niña, dime niña...
ojitos de porcelana
dime si hay toros bravos en estas viejas comarcas;
y si están apretujadas las golondrinas en tu casa,
y si vienen lluvias de abril
con nubarrones en mi ventana.
Niña, dime niña...
manitas palomas blancas,
dime si el potro arisco
ya bebe las aguas mansas,
si han peinado sus crines,
y si luego de herrar sus patas
el necio se dejó de andanzas.
Niña, dime niña...
boquita dulce palabra,
palabra de sabia data,
si ya me escribió el ministro y envió piyamas a casa,
y dime si ya el alcalde emperejiló su corbata,
y si esas viejas cabezas
hacen sus fiestas de gala,
y si virgen es su perorata
¿Ah, estatuas de vinagre y nata?
Niña, dime niña...
carita de lluvia plata,
dime si la sacristía tiene joyero blanco
alumbrado con velas santas,
y si los perros aúllan
cuando en el templo cantan,
y si al peregrinar en muletas
se hacen profetas de casta.
Niña, dime niña...
alma sinfonía grata
si los ríos corren azules
con peces de lumbre al alba,
si los montes son verde esmeralda
¿con pájaros de largas patas?
Y dime si las familias hacen Semana Santa,
y si luego de elevar sus cruces
continúa su eterna marcha.
Niña, dime niña...
pregones de suaves dalias,
dime si los dómingos visten de negro la plaza
y si hay túnicas lloronas que soslayan en las terrazas.
Y dime si en los tejados cantas gallos de lata,
¿Tristes los gallos pintos que pelan por su garganta?
Y dime si de mirlos blancos
ya les tejen pa sus nidadas.
Niña, dime niña...
con tu cabeza de nácar,
dime si aquel jilguero
al que le aliviaste el ala,
sigue con tu maestra,
la que te llama Esperanza
¡Ah, Esperanza y pregón de patria!
Racsonando ando.