Ni esclavitud ni opresión,
ni renuncia ni sumisión,
ni servidumbre ni opresión.
Necesario es volar
los eternos caminos
del humanismo,
ausentes de desatinos.
Prohibido tronchar
el vuelo sagrado
de hombres y pueblos,
cual erguidos hermanos,
que izan las banderas
de los derechos humanos.
Y si algún día,
el yugo perverso
intenta sojuzgar,
tu albedrío feraz,
la lucha popular,
defenderá tu faz,
tu ingente plenitud.
Es menester vencer,
al vil y su maldad,
por pretender acabar
el eterno amanecer!