bastaba una frase, y un gesto,
y todo quedaba en el olvido;
basaba calmarse, y un silencio,
y un abrazo infinito.
pero nada de eso hubo,
solo palabras hirientes;
solo hubo orgullo
y un rencor evidente.
ninguno de los dos
quisimos escucharnos;
preferimos hacer oidos sordos
a que reconciliarnos
bastaba un \"lo siento\"
que naciera del corazon;
un abrazo sincero
y un \"perdoname,por favor\".
tu te encerraste en tu terquedad
y yo en mi soberbia sin razon;
por nuestra culpa alguien sufrira,
ese alguien es el corazon.