Cinco minutos;
contados exactos,
parejos sobre el segundero,
sensitivamente tan distantes,
elasticamente indefinidos,
cruce de finitos e infinitos,
o a tijeretazos recortándose.
Están estos cinco minutos,
entre ellos tan distantes;
no cabe sopesarlos
con la misma balanza,
ni ser comprendidos
por la enjuta cronología
en su prolongacion.
Sí, debe su cuenta estribarse,
en el carisma de lo acontecido,
como lectura de las vivencias
dentro de una vida terrenal.
¿Acaso jugamos con barajas diferentes?
¿Son los cinco minutos
de esos alegres chiquillos
inmersos en divertimento,
iguales a los trescientos segundos
de desesperada angustia,
provocada en la sequedad
de sus labios y gargantas,
cuando ellos están sedientos?
Resulta ser una hora de tertulia
con ese buen amigo,
entre confesiones sinceras,
con la serenidad proporcionada
por la seguridad de esa compañía
que se armoniza con la escucha;
¿Resultan ser lo mismo
que los sesenta minutos
del personal desasosiego
interrogador de una vida
con sus complejas visicitudes
no entendidas ni asimiladas,
y mucho menos aceptadas?
¿Puede compararse el instante
en que acalorados nos zambullimos
en cualquiera de las aguas
de mar, lago o estanque,
saciando esa piel sudorosa;
pueden contar esos instantes,
de una misma manera
que los instantes pasados
hambrientos de calor,
sin disponer de ropa
para calmar el intenso frio
que nos invade en gelido invierno?
¿Transcurre el tiempo de un caluroso abrazo
besando nuestro interior requeteadentro,
llenando nuestra alma y nuestro corazón
de las satisfacciones mas hermosas;
pasa con los mismos timbres y compases
que el sopesado en el dirimir de polemicas,
en discrepancias y con severas desavenencias?
¿Un mes de trabajo es tan ligero
como un mes de vacaciones?
¿Una película agradable de ver
dura los mismos noventa minutos
que una aburrida e insoportable?
Sera en la conjunción
de montones de cosas,
solo en esta conjunción
donde se puede determinar
el contar de los tiempos.....
La interrelación de los hechos
que suceden y actuan
son los que determinan
cuan rápidos se deslizan
los granitos de arena
de nuestros relojes.
Cambian con lentitud
o raudas las horas
en el digital
que colgando en la pared
descorre al "cu-cu"......
El total deslizar del tiempo
esta inmerso en la medida,
en cada porción
de lo que acontece;
así, es como,
se alimentan
de gustosa dicha
o de insatisfacción
las manillas.
Con placer
o de desdicha
se llenan las esferas
de nuestros relojes;
de muñeca,
de bolsillo,
de pared,
digitales
o analógicos;
ficticiamente cronometran
segun acontece,
así se marca
el transcurso espacial;
de este humano,
nuestro tiempo.