Hugo Emilio Ocanto

*** Sólo te pido compasión *** - Monólogo - - Autor e intérprete: Hugo Emilio Ocanto - - Grabado -

Sólo te pido compasión

 

No entiendo cómo te atreves

a dirigirte hacia mí de esta manera

tan total y completamente inhumana.

No puedo creer todas las ofensas

que me dices

¿Qué es lo que tienes en tu cerebro?

Nunca te has dirigido a mí

con estas expresiones tan horrendas.

Siempre has demostrado hacia mí afecto.

Como el que yo siempre te he entregado.

Expresiones que no merezco,

por ser quien soy.

Pero indudablemente a ti nada te importa.

Has llegado a ser lo que eres,

por las malas compañías que tienes.

No te das cuenta el profundo dolor que me produces.

¡No puedo aceptar tu comportamiento

y tu irreverencia!

Y pensar que cuando eras niño,

eras parte de la luz de mis ojos,

por ser el hijo de mi hijo.

¡Mi propio nieto, haciéndome observaciones

que no corresponden... al menos por respeto

tendrías que abstenerte...!

Pero tú ya a nadie respetas.

Quieres llevar el mundo por delante...

Y no te das cuenta lo equivocado que estás.

¿Tanto te han hecho cambiar las malas compañías?

¿Ni siquiera un poco de compasión

hacia tu abuelo, viéndome aquí,

postrado en un sillón de ruedas?

No te han educado así tus padres.

Todo lo contrario.

Con los mismos buenos consejos

que te he dado durante todos estos años...

¿De qué te quejas?

¡De no tener dinero!

Si quieres tenerlo,

¡ponte nuevamente a trabajar!

Has dejado de estudiar.

Te estás convirtiendo en un Don Nadie.

Y todavía tienes la audacia y descaro

de venir a pedir dinero a este pobre viejo.

¿Te parece que poco te he dado?

Voy a pedirte algo:

que me tengas compasión...

¡Sólo te pido compasión!

Que tu corazón marche al ritmo

de la bondad y el amor

a través de todo lo bueno

que te hemos enseñado.

No somos responsables de tus debilidades

ni de las porquerías que consumes...

¿Por qué lo haces?

Para embrutecer y  enloquecer...

No me vengas con lágrimas de cocodrilo...

¡No creo en tus lágrimas!

¡Y tampoco en tus falsas promesas!

Estás acabando con la vida de tus padres

y también quieres mandarme a mí a la tumba.

¡No me levantes la voz!

¡Yo sí puedo hacerlo!

¡Soy tu abuelo, y me merezco respeto!

¡Basta, si tienes un poco de dignidad,

basta por favor!

Claro que soy consciente

de lo que digo.

¿Y tú eres consciente de lo que haces y dices?

¿Te das cuenta el mal que me haces?

Escúchame, no deseo seguir hablando.

No me siento bien.

¡Tampoco quiero seguir escuchándote!

Hazme el favor de retirarte

de mi vista.

¡No me sigas dirigiendo la palabra, por favor!

Sólo te pido compasión. Retírate.

¡Ni una palabra más! ¡Déjame en paz!

Y si llega mi final...

no quiero estés tú acá.

Hoy tu presencia me está

haciendo mucho mal.

Vete con tus amigos,

y sigue tu camino.

Recapacita en lo que vas hacer

de aquí en más...

¡Ya no tengo fuerzas...!

¡Déjame solo... por favor!

(NIETO SE RETIRA)

 

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Hugo Emilio Ocanto

25-07-2017