Atrapar la mirada,
encender sonrisas en tu rostro,
iluminar mis días
con las bondades y alegría
de tu belleza, incontrolable belleza...
inundarme con tiernas caricias,
sentir en los brazos al espíritu de dios,
vagando por las tinieblas…
beber de tu respiración,
ahogar en la perpetua atención,
no dejar de soñar con ser sueño,
acariciar tu alma,
inventar sobre tu piel fantasías,
sobre las fantasías deseos
porque tú,
tu eres dulce...
y tierna inspiración.