He asumido dar la espalda a mi reflejo
y sentir que a veces quedo a un solo paso
de juntar en un suspiro que se escapa
la nostalgia humedecida del pasado
y el anhelo interpelante del futuro.
He sabido que una vez y muchas otras
sin querer ser confrontante del espejo
sin carearme con la imagen que me mira,
llega el frío que me cala hasta el recuerdo
y que nada del pasado es verdadero.
He alojado en mi conciencia los pecados
con memoria plena y llana de lo amargo,
que me deja una inclemente y cruel borrasca
en la historia que fue todo y ahora nada,
y que trae al fin de a poco la mañana.
He quedado más que nunca a sólo un sueño
de reunir en un soneto un largo llanto
y el instante que se oculta en el pasado,
pero vuelve como un sismo inesperado
y me enseña que no siempre soy mi dueño.
He logrado detener mis lerdos pasos
a tan sólo unos instantes de ese espectro
que me inclina a desandar sobre mis huellas,
que me empuja hacia un amargo y cruel ocaso
y me invita y me seduce hacia lo incierto.
He buscado ya ejercer como un milagro
la imperante potestad de ser amado
ante todo por mí mismo y por mis labios
siendo entonces mucho más genuina esencia
y siendo entonces mucho menos falsa forma.
Y por fin voy comprobando sin soberbia
que ser fiel a mi sentir y a mis entrañas
es vivir y envejecer con buena estrella
perdonar sin más ni más y sin desgana,
sin rapaces acreedores de conciencia
y sin lobos del rencor que nos acechan...
porque a muchos -soy testigo- en vida matan.
Derechos Reservados de Autor ®Rafael Rendón Contreras SafeCreative.org
Registrado el: Jul 25, 2017 5:56:28 PM UTC | Código: 1707253138021