Tatuados por el tiempo, van en busca tu nombre,
silencios que acorralan el sueño en la frazada;
en sorda noche, la pena nunca fue escuchada,
dejando su aterido despojo al ser... al hombre.
Las armas que empuñaron, con la mente amaestrada,
crearon una tierra abandonada ¡aunque asombre!
es cuando muere el alma sin ningún renombre,
o signo en pentagrama sin la nota esperada.
Viaja por bruno túnel un raudo desacuerdo,
de veredas tiznadas con proyección gestada;
en manto de diamantes nos ofrecen su acuerdo.
Todos con gran capote y refulgente mirada;
hoy nos pintan la paz, tan teñida de recuerdos;
emigran vacilantes en huida apresurada.
Hugo Blair M.
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