Rescoldo de mi flama y de mi flema,
la laboriosa y cotidiana empresa
de vivir y querer me hace pavesa
y su amor me consume y me requema.
Y tu amor me consume y me requema,
y en las llamas y el fuego me embelesa,
y el aire que a mis labios llega y besa
ardiendo viene en una lengua extrema.
Lengua que me recorre, lenta y vaga,
descubre en mí recónditos senderos,
y agrega leña al fuego de la hoguera.
El viento la dispersa y la propaga,
nos sacia y nos aviva, piel en cueros,
y ardemos de pasión y de ceguera.
Deogracias González