Un beso escondido entre las piedras
regalo de un amor, de tiempos de entonces
cuando el suelo mojado, recordaba el invierno
de unos labios sellados de pureza...
Muros de piedras y ladrillos
gotas del alma, vertida entre la hiedra
cielo gris, sonrisas amargas
rebobina la tarde su silencio
peregrino siempre en la distancia
solemne, capicúa palabra de sueños
ruido de la tarde, en la lejanía
crepúsculo lleno de esperanzas
avanza el tiempo, su semblanza
equilíbria la balanza, el enemigo, la duda
que implanta el rumbo invisible
de la vida, y su barca, entre escollos
descansa dormida, suena un piano
en el aire sus notas cansadas, febriles
se congestionan oxidadas en el tiempo
metáforas que se miran en el espejo
de agrios caminos entre el azogue
de una mina en el árido camino
cascada de vientos y de pasiones
pregonan a la puerta, las ilusiones
fuentes claras despiertan, incendíando
el agua, el viento del sur, el alma
se resquebraja, la grieta, de la verdad
a su antojo, damos vueltas a la glorieta...