Camila Quiroz Paredes

Un primer beso en invierno

Fue bajo el cielo negro de invierno

y una gota de estrellas titilando sutilmente

escondidas tras densas nubes pasajeras

que engañaban a nuestros ojos ansiosos.

 

Fue el llano color verde envolviendo tu pupila

y la desordenada sonrisa alquimista,

el foco del reflejo de las luces fugaces

que de vez en cuando hicieron titilar tu mirada.

 

Fue mi mirada paulatina hacia abajo

la trampa de mi sonrojo concurrente,

y la solidez vuestra de mirar mi rostro

la causa de ese sonrojo ordinario.

 

Es el profundo colorido de tu voz

y el misterio de tus súbitas carcajadas

el conjunto de detonantes

del brote de mi deseo por besarte.

 

Son tus manos en mi piel meneándose lento

y la aceleración desenfrenada de tu aliento,

la excitante de mi inspiración,

la clave de mi esquizofrénica intensidad.

 

Y lo revivo

como el recuerdo capital de tu imagen,

es el éxito de un primer beso

el prefacio de un majestuoso amante.