Después de ver todas
las hojas al viento
que deja un otoño
en pleno invierno.
Después, mujer,
de caminar contigo,
desoyendo en vano
la voz de las sombras.
Después de palpar
la última pluma
y sentir en silencio
fenecer el frenesí
Después de sembrar en polvo
sólo queda desasirme de ti.