Tantos años han pasado
y aun recuerdo tu sabor.
Heroína, así te llamo,
y alguna vez lo llamé amor.
Amor desenfrenado, adictivo y posesivo.
Después de tanto tiempo, ahora entiendo lo enfermizo
De vez en cuando apareces,
en recuerdos y en mis sueños.
La soledad lo calma todo,
y la madurez logra al fin su efecto
Teníamos tantos sueños,
y uno a uno lo rompimos.
Hoy ya casi no hay recuerdos,
ya no hay nada, ni un suspiro.
Mi vida sería tan distinta sí siguiera la adicción.
Suave, dulce y doloroza,
¡que recuerdos!
¡que sabor!