Rondando hay tantas locuras, de todo tipo. De las buenas, de las malas, las incontrolables, las del momento, las que ya nunca se van a ir, las de mentiras y las profundas.
Locuras que lastiman, locuras que se soportan, no olvidemos la locura divina. Estas locuras tan demenciales, imparables, ya vienen metidas en nuestro ser, ya forman parte de nuestras energías. Estas locuras diarias, si no fuera por ella no se si seguiríamos acá, son tan motivadoras, son la perdicion, son diversión, son ellas.
Nuestras locuras, si no fuera por ellas... ¿Sentiríamos felicidad, tendríamos tantos arranques de emociones?
Locura divina no te nos pierdas.