Sin haber amanecido
Con el sueño en la garganta
a sabiendas del cansancio
una madre se levanta
La lluvia penetra su casa
los niños lloran en cama
El sol no se apersona
El frío de a poco cala
Una madre de mi pueblo
que trabaja de madrugada
carece de un hombre bueno
mas nada la amilana
Los niños llenos de gracia
y ella con gran contento
esconde lo que les falta
Los días se van repitiendo
las noches parecen escasas
Ella trabaja con fuerza
en la espera de que crezcan
crezcan y luego se vayan
pues es una historia sin fin
sin un final agradecido
mas mis mujeres son así
cuan fuerte Dios ha querido
Samuel Akinin Levy