De noche camine por calles oscuras
sin saber para donde iba
mis pasos eran lentos, pero seguros
esquivando baches y lodasáles
viviendo amarguras y rabías
que me acompañaban en mi andar
solitario y ese frío que se adentraba
en mis huesos dejandolós escarchados
por algunos momentos cuando mi descanso
era solo para esconderme de algún bandido
que me asechaba desde lejos.
Eran solo mis rabías que me brindaban
ese dolor que se apoderaba de mi alma,
que segabá mis ojos y me llevaba de la mano
en esa noche que las estrellas perdían su luz
y se entregaban al vagabundo que me
acompañaba para no sentirnos solos,
pasando una noche donde nos acompañabamos
uno a otros.
Mientras tanto te segía queriendo.
Pobre vagabundo, me decía yo mismo,
que caminaba sin descanso por calles
mediebáles que aun se ven en mi ciudad
que nos llevan a vivir un montón de años
retrocediendo el tiempo y viviendo los
momentos en que cada hobreró contaba
los adoquinés para decirle al jefe cuantos
faltaban para dar termino a la calle que
llegaba a su fin, creo que se me olvido mi rabia,
con el viaje al pasado y por andar de vagabundo
me e dado cuenta que sigo siendo el mismo
el que te quiere y te ama por siempre.