Y la lluvia también…
Caminar lento sin temor a mojar los rostros,
como midiendo los pasos, casi yuxtapuestos
era delicia del alma,
era coronar los cuerpos…
Los nuestros, el mío y ella,
la flor encontrada en los jardines
del confín florido de la tierra.
Conversando bajo la lluvia…sin palabras,
el pensamiento en las nubes
flotando en mundos diversos,
fantasías… sin palabras dichas
con frases sin sonidos,
caminando los silencios,
bajo la lluvia y el viento
mojando las siluetas,
de dos vagabundos
del mundo de las estrellas,
que unían pasos sin saber hasta cuándo
ni hasta dónde…
El tiempo no era válido
como tampoco lo era la palabra dicha,
solo había que volar junto a la brisa
porque no íbamos a ningún lado…
Solo caminábamos tomados de la mano,
humedeciendo y mojando nuestros sueños,
bajo esa lluvia cristalina…
que desde los recordados juegos de niños
ella y yo sentimos en nuestros rostros,
caricia suave, tibia o fría de cada gota
que posaba su errante vuelo
semejando mariposas inquietas
incoloras, transparentes…
Sin detenerse… descendían
vaciando sus mensajes de ternura
transportados desde lejos…
desde el lejano mundo de las estrellas
con las que caminábamos cada noche
a paso lento…como flotando
en medio de la penumbra y la ternura