pupykuba

A MI HIJA.

 

Orgullo, mi gran orgullo,
Dulce niña de mis ojos:
Bella, dulce y armoniosa,
Fuerte, amable, cariñosa.

Los tesoros materiales
Nunca ambiciono en la vida,
Y, ¿qué más grande tesoro
Que tenerte a ti...¡querida!?

Ni los aromas mas bellos,
Ni los más grandes placeres
Me darían tales gozos
¡mujer, entre las mujeres!

Dios me supo complacer, 
Dios le dio lo que soñaba
A mi corazón bohemio;
Me dio a ti...¡Cuán bello premio!

Hoy que madura te veo
Con tu retoño adorado
Le pido que éste, mi premio,
Nunca sea desdichado.

Y escogiste con cordura,
-pues siempre cuerda te quise-
Y elegiste sin premura...
¡y quisiste lo que quise!

A pesar de los pesares.
Y para verme contento
Elegiste un hombre bello
Tanto por fuera y por dentro.

Hoy con tus dos José Ignacios
Feliz y alegre te veo,
Y crecerá tu familia
Como yo se los deseo.

Pero...feliz, armoniosa, 
Dulce, amable y amorosa:
Pues, ¡amorosa ha de ser
Ante cualquier otra cosa!

Y de mis errores...¿qué?
-muchos habré cometido-
Pero siempre te adoré: 
¡A todos siempre he querido!

Quizá mi gran experiencia
En esta vida haya sido
Haber dado lo que he dado
En pago a lo recibido.

¿En pago, digo?...
¿ qué pago ni que ocho cuartos refiero?
Poco le he dado a la vida,
Aunque siempre... con esmero.

Sólo te pido, ángel mío
Que recuerdes mis consejos..
¡En el barco del amor
Debe remarse parejo!

Con esto te digo, amor,
¡con esto todo te digo!

Dale a tu familia amor,
Dale a tu madre, el abrigo

Que mañana te darán
Como premio tus vejigos.

¡Piensa que todo es amor...
Y me verás complacido!