Ocultas miradas
de pasados perdidos,
de infiernos,
de agonías,
de soledades eternas,
de memorias olvidadas,
retratadas en fotografías
sin palabras.
En virginales miradas
envuelto,
mudo de pasión
y desenfreno
recoges frutos:
pálidos, serenos.
Otoños deshojan
tus ideas,
petrificadas
en noches de seda.
Entre cortezas:
siluetas,
sombras y amaneceres.
En murallas
de sonidos sordos,
Palabras callan,
como cascada
en el tímpano,
de manos que hablan.
Que escriben verbos
sin palabras,
Sustantivos
que se pierden en la nada,
que se esconden,
detrás de la puerta
falsa,
del libro consiente de olvido.