Siempre nos hemos prometido
amarnos tal cual ambos sentimos.
Y hasta nos hemos hecho competencia
en que cuál de los dos
cumpliría promesas de esas
fantasías de amor
proyectadas, porque siempre
desde que estamos juntos,
aparte de entendernos y comprendernos,
pensábamos y pensamos
que el juego sensual del amor
sería de vital importancia
para vivir nuestra relación
de amante y constante pareja,
la del contacto de nuestra piel.
La verdad que siempre hemos empatado
en esa gran competencia
del amor prometido.
Fantasías que a través de los años
mantenemos porque hemos nacido
el uno para el otro.
No nos hemos prometido amor eterno.
Pero tal es nuestro amor
que es como que nos
lo hubiésemos prometido.
Fantasía de amor.
Fantasía de vida.
Teniente del escenario.