Amiga,
yo bebería de tus labios la vida
por guardarme en un beso tu existencia
por impregnarme en la piel tu sabor
y tenerte desbordada en los brazos
como lluvia de Mayo que empapa mi sangre
Y guardarme los días en tus ojos
y rodar deseo a deseo por tu cintura.
Por adivinarte sonriendo en cada silencio
y sentirte de pronto nacida a la orilla de algún verso,
de todos mis versos
Amiga, así podría amarte.
Oh amarte!
Tan desesperadamente amarte!
Y por los días que falten amarte:
OH por Dios volver a amarte.