Disparejo, distraído de tanta estrella
De tanto cuello abierto como si fuera
Una botella de vino rota bebiendo me
La poesía hasta por los dedos hasta
Por los poros del silencio que gimen
Por alumbrar belleza por dar a la luz
Esta ofrenda; divisa el espectáculo:
Afuera /de sí/ Todos dispersos
En sus asuntos, en sus pequeños
Universos, hoy se bebe vino o se estrella
Contra el sinfín de multitudes estancadas
Bajo las rocas del monumento, llamado cultura.
O cordura o conocimiento
II
Mira el camino reconoce que también
Fuiste suelo y los que ya serán también
Lo fueron vuelve a ver los cielos también
De tí desnudos, de tí sedientos también
El rugido del vaivén se te da tan bien
Mujer los mares azotas al girar tan bien
Tus señuelos enmarañados. tu piel
O tu pensamiento extendido cual lianas
embrigiando la pleamar de ti mareada
III
Cuánto de la ausencia se aprende en la
muchedumbre y todos se lanzan fuera
De la cama al sillón y está luz no se corta
Ni con el filo de la angustia que te entrega
a la condena de mirar el brillo tras el cristal
De mirar y darte cuenta las arrugas y fallas
En el camino quizás no hay otra dirección
Quizás no hay otro nuevo empuje sino el mismo
Perpetuo adelante o su ilusión de progreso
Al camino no hubo avance sino desarrollo
En en la entelequia del conductor