Duermo, o quizá, me hundo en un abismo.
Por donde pasan jirones de luz,
rotos hilos del amanecer
como los que se prendían en las
copas de las palmas.
Espero, o quizá, estoy absorto en pensamientos.
Entre el frondaje de los saúcos sacudidos,
por las ultimas convulsiones nocturnas,
en los nidales llenos de pájaros callados
esperando un pequeñito llanto de rocío.
Camino, o quizá, me elevo entre ensueños.